Cómo afectan al cerebro las redes sociales
Facebook y Twitter pueden sacar lo
mejor y lo peor de las personas. Los científicos han investigado los efectos
que produce en la mente usar esas herramientas con excesiva frecuencia.En los últimos años, las redes sociales han
cambiado la forma en que las personas se comunican y han crecido a pasos
agigantados. Actualmente, hay más de 2.000 millones de usuarios en el planeta y
en Colombia se calcula que en promedio 12 millones de colombianos, un cuarto de
la población, se conectan diariamente a Facebook. Cerca del 72 por ciento de
los internautas usa esta plataforma para revisar noticias, conversar,
chismosear o mantenerse al tanto de lo que publican sus celebridades favoritas.
Pero pasar tantas horas en las redes sociales, según los científicos, puede
generar dependencia y afectar el estado de ánimo y la salud mental. Si bien las
redes sociales han permitido acercar a la gente, se estima que del 5 al 10 por
ciento de los usuarios son incapaces de controlar la cantidad de tiempo que
pasan en línea. La baronesa Susan Greenfield, autora de libro Your Brain On
Social Media, afirma que la red provoca una conducta adictiva, al punto que en
imágenes del cerebro se observa un claro deterioro en las mismas zonas que afectan
a los drogadictos. Según Greenfield, disminuye la cantidad de materia blanca en
las regiones donde se controlan las emociones, la toma de decisiones y la
capacidad de concentración y atención. Incluso, el cerebro puede perder su
capacidad de memorizar. Una investigación reciente, publicada en la revista
Psychological Reports: Disability and Trauma, reveló que internet también puede
activar las regiones del cerebro relacionadas con conductas compulsivas. Esto
se explica porque con el celular se permite tener una conexión permanente con
las redes sociales, lo cual ofrece, sin mucho esfuerzo, una recompensa
inmediata. Esto hace que las conexiones neuronales se reestructuren y que haya
un deseo de recibir de nuevo estos estímulos que generan placer. Los expertos
de la Universidad de Bergen, en Noruega, declararon que estos mismos patrones
cerebrales aparecieron en pacientes adictos a la cocaína. “Cerca del 70 por
ciento de los usuarios de Facebook visita el sitio a diario y cuando deja ,Esos
síntomas generan otras emociones como la ira, la depresión y la envidia, pues,
según varias investigaciones, en las redes sociales disminuye el autocontrol de
las personas y estas se comportan de una forma muy distinta a como lo harían en
una conversación cara a cara. John Suler, autor del libro The Psychology of
Cyberspace, bautizó este fenómeno como el efecto de la desinhibición. Por una
parte, la gente puede mostrarse muy generosa con causas con las que se
identifica, pero, al mismo tiempo, ser agresivos y criticar fuertemente a
quienes no les simpatizan. Esto es pan de cada día, especialmente en Twitter
donde el 46 por ciento de los usuarios admiten lanzar trinos para ventilar su
ira. Aún más, el 37 por ciento espera que la persona a la que está dirigido lea
el comentario para sentirse importante. Este tipo de conducta se conoce en el
ciberespacio como mobbing, una costumbre adoptada por aquellos que quieren
ejercer poder contra quienes no pueden defenderlos, Los expertos han
identificado que en el usuario surgen sentimientos de envidia y rencor hacia
sus contactos no muy cercanos. Una investigación publicada en la revista
Computers in Human Behavior reveló que la mayoría siente verdadera empatía por
sus amigos de la vida real o sus familiares. Pero en el caso de los colegas o apenas
conocidos se da lo contrario, envidia o depresión por la vida de disfrute que
presentan en sus cuentas. Los estudios han demostrado que los adultos y jóvenes
se comparan con los demás mucho más en redes sociales que en persona. Para
Gloria DeGaetano, autora del libro Parenting Well in A Media Age, esto sucede a
pesar de que “allí solo se ve lo que el otro desea mostrar. Lo más preocupante
es que los niños y adolescentes asumen este tipo de impresiones muy en serio y,
por eso, Según Greenfield, en las redes sociales las personas hablan,
aproximadamente, el 80 por ciento de las veces sobre sí mismos, y este
egocentrismo genera una sensación placentera. Se ha visto que ante dicho
estímulo se activa la misma parte del cerebro relacionada con la motivación, el
amor, e, inclusive, los orgasmos. De hecho, los estudios muestran que estos
focos de recompensa en el cerebro están mucho más activos cuando las personas
expresan sus puntos de vista que cuando no tienen tanto protagonismo. Por eso,
hay tantas peleas y comentarios venenosos en las redes. “Como en el pasado la
gente no interactuaba en un mismo espacio con personalidades de la vida
pública, ahora que sí pueden hacerlo no miden sus palabras. Hace falta una
pedagogía de la participación en las redes”, dijo a SEMANA Sergio Llano
Aris
Las
redes sociales son herramientas poderosas si se usan adecuadamente. Los
usuarios deben saber establecer límites, y para lograrlo deben aprender a
utilizar los filtros de bloqueo que ofrecen. “Muchos no son precavidos y abren
un perfil sin leer las reglas de manejo de una cuenta y no se toman el tiempo
para proteger su información”, dijo a SEMANA Mónica Parada, fundadora de
ParadaTecnológica.com, portal dedicado a noticias sobre tecnología. Además, es
importante no priorizar el contacto virtual por encima de la interacción
física. Al final de cuentas, cada persona es esclava de lo que publica y, como
dice Parada, “la tecnología no es el problema . Todo depende del uso que se le
dé”.