Por: Hermes Benavides Batallas
EL MUNICIPIO QUE SOÑAMOS
Le juego porque mañana comience un nuevo municipio, uno mejor, más claro, donde ya no quepan la maquinaria, el clientelismo, la corrupción y las desigualdades y donde la impunidad no tenga espacio. Esperamos que después de la jornada del 30 de Octubre, aparezca por alguna parte la justicia y comiencen a repartirse las responsabilidades que a cada quien corresponda por esta sociedad doblada de odio, de rabia, de infamia y de ira.Ojalá el amanecer de mañana nos devuelva a una población que salga del atraso y se encamine al desarrollo , y que acepten que han ganado las propuestas de presupuestos participativos, pacto local de paz, respete y reconozca que el contrario ganó limpiamente con propuestas democráticas y humildad; que no es verdad que hubo fraude como querrán hacerle ver; aspiramos a que comprendan que la población se reparte en espacios muchos más amplios que almacenes, ferreterías o las urbanizaciones donde nos movemos y que más allá de esos montañas que vemos en la distancia, hay un enorme conglomerado humano que sufre, siente, padece y carga sobre sus espaldas el peso que la indiferencia y el desprecio que los que se sienten superiores le arrojan encima. Esperamos que dejen a un lado la arrogancia de clase y acepten de una vez por todas que el otro tiene ahora el turno de la historia y que la dignidad de las personas no se compra y que eso hay que respetar porque si ahora compras conciencias algún día te la compraran a ti y te someterán a ofensas y humillaciones como tu lo has hecho con las personas porque el poder es efímero y algún día se acaba.Esperamos que el mañana que vamos a escribir hoy signifique que comenzamos a reconstruir otro municipio otra patria chica, distinta, más humana, más comunitaria, menos individualista, más solidaria, menos egoísta. Para que eso sea posible no sólo es necesario que cada quien se exprese en las urnas, sino que se respete el contrario y se le reconozca el derecho a disentir. La única condición para ejercer ese derecho es hacerlo con decencia, con altura, con hidalguía. Manipular no es disentir, es hacer trampa con la verdad; es maniobrar con la conciencia ajena. Eso es inmoral. Traicionar no es pensar distinto, es vender los propios ideales por razones oscuras; es faltar a uno de los principios más nobles de la humanidad: la lealtad. Engañar no puede tenerse como una herramienta para disentir porque se pierde lo fundamental: la razón.Esta noche nos van a decir los que hicieron fraude que hubo fraude y comenzará de inmediato el desfile de plañideras ante los inconformes que votaron y no aceptan la derrota porque querían perpetuarse en el poder. El espectáculo hacia fuera ya está montado y lo conocemos de tanto verlo. Ojalá esa minoría respetable que sigue ciegamente los dictámenes de las cámaras de televisión, termine por aceptar que las cosas cambiaron y que le corresponde también asumir su parte en el compromiso de hacer patria. Que entienda que ya basta de tanto empujar para que las cosas nos salgan mal como municipio porque, si no es así, al final compartiremos espacio en el precipicio, en el abismo en el vacio creando desaciertos.Ese nuevo municipio que está naciendo tiene que acabar con el miedo y con el odio; tiene que expurgar la rabia de las entrañas de la sociedad y exorcizar los demonios para que agarren sus maletas y crucen de una vez la frontera. Ese municipio tiene también que ponerse los pantalones para acabar con la corrupción y con la inseguridad, sus inmediatos retos. A partir de mañana deberían quedar prohibidos los manejos dolosos, las vivezas, las trampas, las comisiones pero también tiene que acabarse la manipulación de la información, la mentira, el engaño mediático. Es mucho el trabajo por hacer. Sin prisa pero sin pausa, pongamos manos a la obra.
Si se puede, claro que se puede
El municipio que soñamos debe ser ese territorio al que le debemos nuestra vida, es el lugar donde pasamos lo mejor de nuestra infancia, adolescencia y jueventud y por eso estamos con deuda y la mejor forma de saldar la nuestro compromiso es volviendole la gobernabilidad democratica y la dignidad de sus gentes; para eso es necesario votar por una propuesta participativa activa que le apueste a devolverle la credibilidad a su region a nuestro wayco.
Si se puede; claro que se puede
EL MUNICIPIO QUE SOÑAMOS
Le juego porque mañana comience un nuevo municipio, uno mejor, más claro, donde ya no quepan la maquinaria, el clientelismo, la corrupción y las desigualdades y donde la impunidad no tenga espacio. Esperamos que después de la jornada del 30 de Octubre, aparezca por alguna parte la justicia y comiencen a repartirse las responsabilidades que a cada quien corresponda por esta sociedad doblada de odio, de rabia, de infamia y de ira.Ojalá el amanecer de mañana nos devuelva a una población que salga del atraso y se encamine al desarrollo , y que acepten que han ganado las propuestas de presupuestos participativos, pacto local de paz, respete y reconozca que el contrario ganó limpiamente con propuestas democráticas y humildad; que no es verdad que hubo fraude como querrán hacerle ver; aspiramos a que comprendan que la población se reparte en espacios muchos más amplios que almacenes, ferreterías o las urbanizaciones donde nos movemos y que más allá de esos montañas que vemos en la distancia, hay un enorme conglomerado humano que sufre, siente, padece y carga sobre sus espaldas el peso que la indiferencia y el desprecio que los que se sienten superiores le arrojan encima. Esperamos que dejen a un lado la arrogancia de clase y acepten de una vez por todas que el otro tiene ahora el turno de la historia y que la dignidad de las personas no se compra y que eso hay que respetar porque si ahora compras conciencias algún día te la compraran a ti y te someterán a ofensas y humillaciones como tu lo has hecho con las personas porque el poder es efímero y algún día se acaba.Esperamos que el mañana que vamos a escribir hoy signifique que comenzamos a reconstruir otro municipio otra patria chica, distinta, más humana, más comunitaria, menos individualista, más solidaria, menos egoísta. Para que eso sea posible no sólo es necesario que cada quien se exprese en las urnas, sino que se respete el contrario y se le reconozca el derecho a disentir. La única condición para ejercer ese derecho es hacerlo con decencia, con altura, con hidalguía. Manipular no es disentir, es hacer trampa con la verdad; es maniobrar con la conciencia ajena. Eso es inmoral. Traicionar no es pensar distinto, es vender los propios ideales por razones oscuras; es faltar a uno de los principios más nobles de la humanidad: la lealtad. Engañar no puede tenerse como una herramienta para disentir porque se pierde lo fundamental: la razón.Esta noche nos van a decir los que hicieron fraude que hubo fraude y comenzará de inmediato el desfile de plañideras ante los inconformes que votaron y no aceptan la derrota porque querían perpetuarse en el poder. El espectáculo hacia fuera ya está montado y lo conocemos de tanto verlo. Ojalá esa minoría respetable que sigue ciegamente los dictámenes de las cámaras de televisión, termine por aceptar que las cosas cambiaron y que le corresponde también asumir su parte en el compromiso de hacer patria. Que entienda que ya basta de tanto empujar para que las cosas nos salgan mal como municipio porque, si no es así, al final compartiremos espacio en el precipicio, en el abismo en el vacio creando desaciertos.Ese nuevo municipio que está naciendo tiene que acabar con el miedo y con el odio; tiene que expurgar la rabia de las entrañas de la sociedad y exorcizar los demonios para que agarren sus maletas y crucen de una vez la frontera. Ese municipio tiene también que ponerse los pantalones para acabar con la corrupción y con la inseguridad, sus inmediatos retos. A partir de mañana deberían quedar prohibidos los manejos dolosos, las vivezas, las trampas, las comisiones pero también tiene que acabarse la manipulación de la información, la mentira, el engaño mediático. Es mucho el trabajo por hacer. Sin prisa pero sin pausa, pongamos manos a la obra.
Si se puede, claro que se puede
El municipio que soñamos debe ser ese territorio al que le debemos nuestra vida, es el lugar donde pasamos lo mejor de nuestra infancia, adolescencia y jueventud y por eso estamos con deuda y la mejor forma de saldar la nuestro compromiso es volviendole la gobernabilidad democratica y la dignidad de sus gentes; para eso es necesario votar por una propuesta participativa activa que le apueste a devolverle la credibilidad a su region a nuestro wayco.
Si se puede; claro que se puede
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