Lástima que en nuestro medio tengamos un solo órgano informativo, DIARIO DEL SUR, el único que se atreve a denunciar tanta situación anómala que sucede en Nariño, como lo fue el caso de la muerte de las palomas que habitaban en los aleros del Santuario de Las Lajas y que se ha constituido en un verdadero escándalo y en una vergüenza para los nariñenses, particularmente la comunidad del Santuario de Las Lajas.Desde estas páginas nos unimos a las miles de voces que enérgicamente han rechazado la actitud absurda del capellán del Santuario de Las Lajas, de ordenar la muerte de más de cien palomas, de la destrucción de los nidos, de los huevos de las palomas y hasta de los pichones, ¡Qué ignorancia, por Dios, la de este sacerdote, que sin duda desde el púlpito pregona la defensa de los Derechos Humanos! ¿Acaso no sabrá este benemérito cura que los animales también tienen derecho a la vida? ¿Acaso no sabrá que a través de la historia civil como eclesiástica la paloma es el símbolo de la paz? ¿Acaso no es la paloma el símbolo de la venida del Espíritu Santo en quien tanto creemos los católicos de todo el mundo? Y acabar de esa manera con este símbolo de verdad, que merece todo el repudio necesario, máxime si se dio en el santuario más visitado por los católicos y que formaban parte de tan importante sitio de turismo y peregrinación.
Gracias a DIARIO DEL SUR nos pudimos enterar de tan abominable suceso, pues sino fuese por este medio informativo todo quedaba guardado, escondido, porque los demás medios de radio y televisión local y regional no abrieron la boca para denunciarlo y qué bueno hubiese sido hacerlo a nivel nacional. De hecho era una noticia que bien valía la pena que la conozca todo el país, pero no fue así dada la ineficacia de nuestros periodistas de radio y televisión regional.Considero que ese benemérito sacerdote que ordenó tan repudiable hecho debe ser sancionado ejemplarmente por las nomas legales de protección de la fauna y la flora, y qué mejor que obligándolo a hacer la reposición de todas las palomas sacrificadas y además obligarlo a pedir en público perdón, si es que lo puede perdonar.
Al leer estas palabras de tan hecho atroz,uno piensa que les sucede en algunas partes a las comunidades que se quedan callados ante todo,los coprruptos hacen y desasen y nadie dice nada,las autoridades abusan de su investidura y nadie dice nada,la delincuencia se toma la ciudad o el pueblo y nadie dice nada,en este caso la iglesia a cometido grandes errores que como Colombianos tambien lamentamos pero a la ves pedimos justicia,solo a enfermos mentales,a psicoticos de gravedad les puede caber en su cabeza la destruccion de unos animales que cuando uno va a las lajas es para tomarse las hermosas fotos de las lajas,al igual que las fotos de la plaza de Bolivar en Bogota,gracias a Dios eso no pasa por aca por que le buscariamos inmediatamente el cambio de parroquia,incluso la destitucion de su cargo como capellan,Ipiales debe hacer justicia y buscar la salida de este personaje que deja mal parado a este Municipio y causa repudio su presencia,Monseñor Arturo Correa,no permita que una sola persona dañe la imagen de este santuario.
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