viernes, 8 de julio de 2011

CON VARIACIONES...PERO..???BUENO






LO QUE HA OCURRIDO EN 20 AÑOS DE CONSTITUCIONALIDAD.4 de julio de 1991.




Golpes a la Constitución en sus 20 años de vida




La Constitución de Colombia que cumple 20 años desde su promulgación es una de las que más reformas y enmiendas ha tenido en la historia del país que han llevado a señalarla como colcha de retazos porque prácticamente se la ha desmembrado, y entre quienes la ponderan y otros que la descalifican se puede decir que así se tenga una Carta Magna perfecta, son los hombres y específicamente los gobiernos los que le han trazado el sendero a esta nación, en los últimos tiempos enmarcada por la violencia y la corrupción.
Según algunos analistas, la Constitución del 91 tiene más de 200 enmiendas, y los cambios más sensibles se afirma que los tuvo durante el gobierno del presidente Alvaro Uribe Vélez, a quien le endilgan que se la ‘pasó por la faja’. Hace unas semanas el expresidente César Gaviria, en cuyo gobierno se inauguró la Constitución del 91, expresaba que algunas administraciones la han despedazado, tras señalar que el golpe más bajo lo sufrió cuando Uribe estaba en el poder al aprobar la reelección presidencial.Otros analistas piensan que una de las reformas nocivas fue la introducida en 1997 para permitir la extradición de nacionales colombianos. “Fue una reforma provocada por presiones de Estados Unidos ante la debilidad política que tenía el entonces presidente Ernesto Samper", expresa el exconstituyente Otty Patiño.La enmienda más importante para el hoy ministro de Defensa Rodrigo Rivera Salazar es la reforma política de 2003, porque “fortaleció a los partidos políticos frente al poder corruptor de los gobiernos". Las colectividades políticas podrán perder una o más curules cuando se demuestre que se violó el régimen de financiación y de publicidad en las campañas.
El actual gobernador de Nariño y expresidente de la Asamblea Nacional Constituyente, ANC, Antonio Navarro Wolff, defiende a capa y espada la Constitución del 91 y argumenta que es lo mejor que le ha pasado al país, porque le dio nuevas oportunidades al Estado.No podemos olvidar que esta Carta engendró la tutela, elemento jurídico que ha salvado cientos de vidas de usuarios de la salud al hacerles respetar sus derechos fundamentales y ante los ‘problemas’ que, según algunos funcionarios, ha generado para la administración de justicia es necesario reformarla. Otras instituciones que edificó fueron la Corte Constitucional y la Fiscalía, que modernizaron al Estado y lo hicieron más efectivo. La Corte porque ha frenado intereses desproporcionados del poder Ejecutivo y del mismo Congreso de la República, como un escudo para proteger los lineamientos de Constitución. La Fiscalía porque se blindó por primera vez para el beneficio de los ciudadanos la cultura del respeto jurídico, además de imperar la presunción de inocencia y la protección de los derechos humanos. También se puede destacar como logros sustanciales la descentralización administrativa, la democracia participativa, autonomía del Banco de la República, la creación de la Defensoría del Pueblo, protección del ambiente, el régimen de regalías y la autonomía indígena, entre otros.
Para hacer un poco de historia, en 1990, por la iniciativa de jóvenes universitarios, la Asamblea Nacional Constituyente, que contó con 70 miembros, de los cuales 19 hacían parte de la Alianza Democrática M-19, nueve del Partido Conservador y nueve del Partido Liberal, hizo posible que se redactase la Constitución de 1991, pero como lo dijimos antes, en sólo 20 años ha sufrido muchas más enmiendas que la Constitución de 1886 que en 105 años de vigencia le hicieron 60 reformas. Para poner un ejemplo que contrasta con nuestras costumbres, la Constitución de los Estados Unidos, una de las más antiguas del mundo (1787) sólo con 7 artículos ha sufrido en toda su historia menos de 30 enmiendas.Los colombianos tenemos mucho que aprender, sobre todo de nuestros errores para no estar condenados a repetir la historia y que las constituciones pasen de ser un adorno


Cambios importantes se veían en aquella época en el mundo: la caída del Muro de Berlín y el desplome de los regímenes comunistas. Mientras que Colombia -una sociedad convulsionada por el narcotráfico y los alzados en armas, sitiada por el accionar criminal del cartel de Medellín; su población cansada de tanta sangre-, tiene una oportunidad única para encontrar la tan anhelada reconciliación: la desmovilización de algunos grupos guerrilleros como el Epl, Quintín Lame, Prt y M-19, este último de gran incidencia en el impulso y la concreción de la Constituyente del 91.La Carta Política desde el mismo momento de su convocatoria se convierte en un instrumento de paz que deja sin argumentos a los actores armados por cuanto se vislumbra el fortalecimiento del Estado Social de Derecho. Pasamos del viejo modelo donde imperaba el Estado de Sitio, que les permitió a los gobernantes de turno y a las fuerzas militares cometer todo tipo de arbitrariedades y torturas, a un modelo donde se legitiman los derechos humanos como derechos fundamentales.Como consecuencia de ello miles de colombianos se han visto favorecidos con las bondades de la Constitución del 91, caso particular el de la tutela, figura insigne del constitucionalismo colombiano que le permite acceder a los derechos fundamentales como el de la salud con la concreción del POS (Plan Obligatorio en Salud), el cumplimiento en el pago de pensiones, la asistencia por parte del Estado a personas en situación de desplazamiento; frenar los abusos en el sector educativo, el libre desarrollo de la personalidad,entre otros de los aportes de nuestra Carta Magna.
Pero también es importante exaltar el reconocimiento de la ciudadanía plena para las mujeres como un gran avance; las medidas normativas en favor de las minorías étnicas. Se crearon instituciones tan importantes como la Corte Constitucional, la Defensoría del Pueblo, la Fiscalía y reformó los mecanismos de control que les ha permitido volverse efectivos y como norma de vida.
La Constitución es un instrumento para la paz, la convivencia y la participación democrática, construye un Estado moderno y civilizado. Por más de 150 años fue el bipartidismo el que gobernaba nuestro país, pero con la Constitución del 91 se permite que una amplia gama de partidos pueda acceder a los cargos de elección popular o como persona pueda participar por un número significativo de ciudadanos a través de firmas.El texto original de la carta ha sufrido más de 30 reformas. Entre las más nefastas tenemos el recorte
de las transferencias a los entes territoriales y el hecho de que el presidente Uribe haya buscado la reelección de manera inmediata, lo que genera abusos en el poder y que se empleen los medios de gobierno para hacer campaña política.
Por su parte, la Corte Constitucional ha sido muy activa emitiendo una jurisprudencia progresista y libre de atadura del ejecutivo, entre ellas podríamos citar el reconocimiento de los derechos civiles de las parejas del mismo sexo, la interrupción del embarazo en tres casos específicos, la aprobación de miles de tutelas y las sentencias de constitucionalidad.
Es necesario que los veinte años de la Constitución sean un espacio de debate que permita transformar nuestra realidad hacia una sociedad más incluyente. Si bien en algunos aspectos se queda corta como en temas de la equidad social, la marginalidad y una mayor responsabilidad por parte del Estado en oportunidades de educación y empleo dignosEn sus 20 años la Constitución ya tiene la mayoría de edad, puede considerarse hasta un poco madura, sin embargo en estos cortos años se ha relacionado con locos de toda clase, especialmente los inquilinos temporales de la Casa de Nariño.
Hay quienes desde muy niña la apoyaron, de hecho se les considera los padres de la Constitución. Entre los más famosos está Antonio Navarro Wolff, gobernador de Nariño, quien en los últimos días se la ha pasado de homenaje en homenaje, junto a él otro dirigente que también gobierna un departamento, el de Santander, Horacio Serpa Uribe. Los dos fueron candidatos presidenciales, pero terminaron dirigiendo los destinos de sus regiones natales.
Quizá esta veinteañera no hubiese visto el mundo si César Gaviria Trujillo no hubiera llegado al poder en 1990 en las elecciones más violentas de Colombia, pues fueron varios los nombres de presidenciales que cayeron bajo las balas del narcotráfico y de la guerrilla. Y hay quienes afirman que del mismo estado, amparado en la “mano siniestra” del paramilitarismo, tal como sucedió posteriormente con Alvaro Gómez Hurtado, el tercero de los padres de la Carta Magna quien fue silenciado cuatro años después de dar vida a la Constitución del 91.Bueno, y pese a que Gaviria recientemente reconoció que inicialmente no creyó mucho en la tripleta de padres de la patria, la Constitución ha recibido importantes elogios, como el hecho de ser uno de los hechos más destacados en los últimos 200 años. La Constitución del 91 se estrenó con Gaviria, tuvo que ver tamañas hazañas de este presidente famoso por su ‘hora Gaviria’, medida que puso a todo el mundo a madrugar y su apertura económica odiada y amada por muchos.Después de Gaviria llegaría en un elefante blanco el presidente Ernesto Samper Pizano, sus logros en Colombia no llegaron más allá que el de ser motivo de mofa de todos los humoristas de la época y hasta de algunos de la nueva guardia. Con él apareció el proceso 8.000 que destapó corrupción, intereses del narcotráfico en el Palacio de Nariño.La Constitución del 91 tuvo que presenciar después de los elefantes en el Palacio y los micos en el Congreso, a un hombre que lo dio todo por entregarle al país a la guerrilla de las Farc. Andrés Pastrana, un conservador que por poco permite la creación de la ‘república independiente de El Caguán’, en la que gobernaría ‘Tiro Fijo’ y sus secuaces.Con el pretexto de quitarle el país a los “bandidos de las Farc” llegó el paisa Alvaro Uribe. Ocho años de manoseo e irrespeto a la joven Constitución fueron suficientes para que su último intento por perpetuarse en el poder le fuera negado.El país aún no ha terminado de conocer con cuantos ‘falsos positivos’ pacificó a Colombia. Es famoso porque encargó sus ‘tres huevos’ al actual Presidente.
Por último, hace sus pinitos Juan Manuel Santos. Antes de cumplir su primer año es evidente que uno de los ‘huevos’ que le heredaron, el de la seguridad democrática, está a punto de perderse, quizá los otros dos jamás serán pollos. Amanecerá y veremos cómo evolucionan esos ‘huevitos’.
Además de los grandes logros que reconocen los 70 constituyentes, como la democracia participativa, la creación de la tutela, los derechos a la huelga y a la libre asociación entre muchos otros, hoy las cabezas más visibles de la Asamblea hacen un llamado para que se detengan las reformas a la Carta Política, que son 35 con las aprobadas este año. “El talante de la Constitución del 91 se refleja todavía y tiene una filosofía y debe ser mantenida. Hay mucho más por explorar de la Constitución. No más reformas”, afirmó el entonces copresidente de la Asamblea Constituyente, Horacio Serpa.De estas 35 reformas, los constituyentes y el entonces presidente de la Nación, César Gaviria, coincidieron en considerar que uno de los mayores daños que le hizo a la Constitución, fue la reelección. “O la reelección es buena o es mala, pero no se pueden cambiar las reglas. Lo malo de la reelección es que se cambiaron las reglas de juego en el camino”, señaló Gaviria, quien recordó que en esa época pidió alejarse de ese debate, que finalmente se hundió, pero que revivió y salió con éxito en 2005. Otra de las reformas que critican los constituyentes es la de las transferencias o los giros de dinero de la nación hacia los municipios para montar escuelas y hospitales. Según Jaime Castro, quien un año después de la proclamación de la Constitución se convirtió en alcalde de Bogotá, los cambios que se hicieron a esta ley fueron innecesarios.“Las dos reformas que recortaron las transferencias fueron innecesarias, pudieron reglamentarse a través de directrices”, explicó el hoy candidato a la Alcaldía de Bogotá.
Los exconstituyentes afirmaron además que muchas de las reformas pudieron hacerse a través de las leyes ordinarias y no tocar la Constitución.







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